AYUNTAMIENTO DE MADRID
AQUÍ NUNCA PASA NADA, PERO UN DÍA PASARÁ
¿POR QUÉ NUNCA PASA NADA?
L@s
emplead@s públic@s del Ayuntamiento de Madrid, ¿vivimos aislad@s del mundo? ¿no
somos capaces de escandalizarnos por nada de lo que está ocurriendo?
¿no tenemos familia, ni amigos,
ni vecinos, o, tal vez, habitamos apartad@s en un entorno feliz, despreocupado,
con trabajo, con vivienda y con un poder adquisitivo aceptable?
¿somos l@s emplead@s públic@s
municipales inmunes a la crisis económica y social: al paro, a los desahucios, a
la pérdida de derechos, de libertades, o a los continuos exabruptos,
barbaridades que estos gobernantes ruines y cicateros perpetran contra todos?
¿es que no nos afectan? Hay que hacer memoria: nos han hurtado una paga extra, días
de convenio, la acción social, nos han rebajado el sueldo, congelación salarial
mínimo dos años más, nos han endosado media hora mas todos los días, además de
vivir bajo el yugo y sufrir el acoso de los políticos y cargos a dedo, que nos
ha provocado miedo e impotencia.
Tal
vez, el ejemplo de nuestros representantes sindicales nos haya llevado a
engañarnos, aunque, tampoco eso quiera decir que tengamos una justificación
aceptable. Pero, y nuestr@s representantes, ¿donde están? ¿acaso l@s conoces y
sabes quienes son? ¿están arreglando nuestros problemas? ¿saben cuales son? Y,
es más, ¿los sufren? ¿trabajan o no trabajan en esta casa? ¿cuant@s son?,
¿cuant@s liberad@s? ¿cuantas subvenciones? ¿a que dedican el tiempo libre?
Hacer sindicalismo es necesario, porque es imprescindible luchar por nuestros
derechos como trabajador@s, pero ¿es útil el sindicalismo que hacen los
sindicatos en el ayuntamiento de madrid? ¿está ayudando a cambiar las
cosas?
Mientras
Gallardón hacía de las suyas y llevaba a la ruina al ayuntamiento, repartía y
colocaba graciosamente, cual Papa Noel, benditos puestos de trabajo, asesores,
consejeros, gerentes, un sinfín de carromeros con sueldos que ya quisieran los
mas afortunados, con un mandato y mensaje bien claro, acabar con la independencia
de las decisiones municipales, que entonces tomaban empleados públicos. El único
requisito de estos acólitos es ser cuñao, sobrino, yerno, amiguete, colegas de
partido, etc. Entonces nuestr@s “representantes” le adulaban sin ningún “reparo
y vergüenza” porque posiblemente nunca los sindicatos habían tenido tantas
prebendas y privilegios, pero ¿a costa de qué y de quien?.
Aunque se
formulen muchas preguntas, no es un test, porque intuímos las respuestas. No es
una broma, la situación es crítica, y todos somos responsables, cada uno en su
medida, de no haber reaccionado con más energía e indignación ante los continuos
atropellos de nuestros derechos y nuestra dignidad. Pero todos podemos hacer
algo más.
Sí
debemos movernos, porque así lo requiere esta sociedad y el entorno que nos
rodea (familia, amigos, entorno, etc.). ¿Seríamos capaces de movilizarnos, ir a
manifestaciones, o vamos a más, acciones con mas presión como escraches, o
incluso huelgas, pero no de un día. Podríamos y querríamos participar
directamente haciendo sindicalismo de base, dando ideas, participando y organizándote
desde abajo, asambleariamente con los compañeros de tu centro de trabajo?. Obliguemos a que se convoque una asamblea
general donde expongamos estos problemas. Vamos a atrevernos a denunciar a
Gallardón y su recua.
Vamos
compañer@s, la fuerza esta en nosotr@s, l@s trabajador@s. Podemos conseguir dar
la vuelta a la situación. La resignación es el peor de los síntomas de una
enfermedad que nos lleva a la inacción y a la parálisis. Si los sindicatos no
reaccionan, que tengan que venir a remolque. Demos ejemplo de sindicalismo.
Conviene recordar que es lo que tenemos
encima, que nos afecta: y lo que afecta a nuestros hijos y familiares. Y lo que
afecta al futuro de nuestra sociedad.
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